El Ministerio plantea una modificación en algunos tramos de la N-430 y descarta su conversión en autovía por el momento

Letrero de la Nacional N-430 / COSTA DULCE RADIO

Las reacciones

Desde la Junta de Extremadura el Presidente, Guillermo Fernández Vara ha destacado que “la noticia es que el Ministerio por fin interviene en esa carretera y yo creo que eso es algo de lo que nos deberíamos alegrar. Después de muchos años de promesas incumplidas y de silencios se retoma esa carretera, que, inicialmente ya en sí mismo, es una buena noticia”.

Al otro lado de la provincia pacense, en Castilla La Mancha, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, mantiene la reivindicación ante el Gobierno central para que ejecute la autovía.  Caballero valora positivamente la mejora de la N-430 pero, a su juicio, “no puede ser a costa de la A-43”.

Por su parte la Delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, recuerda que “no se ha descartado que pudiera ahí haber una autovía” e inciden en que “esto es una actuación que va a llevar al reacondicionamiento de todos los accesos, va a eliminar todas las travesías y, por lo tanto, va a circular alrededor de todos los pueblos sin necesidad de entrar”.

Precisamente hoy, se han reunido en Santa Amalia varios de los alcaldes de municipios por los que pasa esta vía, quienes conforman la Plataforma N-430, que ha reivindicado históricamente su desdoblamiento en autovía. Cabe recordar que esta carretera está considerada como una de las más peligrosas de España, según varios informes internacionales. A cierre de esta edición no ha habido pronunciamiento de dicha plataforma.

El documento

La Dirección General de Carreteras, órgano del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha optado por no realizar, de momento, el proyecto de autovía A-43 en el tramo Santa Amalia-Ciudad Real y analizar los datos necesarios para definir las alternativas viables para el acondicionamiento de la carretera N-430 como carretera convencional.

Así se desprende de la resolución de 19 de julio de 2021 firmada por el director general de Carreteras, Javier Herrero Lizano. Un documento público que concluye que ni la opción norte de la A-43 (que implicaría el desdoblamiento de la N-430) ni la sur, que plantea el trazado por Almadén y Puertollano, suponen las “alternativas más eficientes”, por lo que propone la realización de una actuación generalizada de modernización en la carretera N-430, con actuaciones de mejora de la plataforma, acondicionamiento de trazado y variantes que supriman las travesías de poblaciones a lo largo de 210 kilómetros. El presupuesto para la licitación de estas obras ascendería a unos 350 millones de euros.

Según reza la resolución, publicada este martes en la Plataforma de Contratación del Estado y relativa a ‘acondicionamiento de la carretera N-430 desde Badajoz a Valencia por Almansa. Tramo Santa Amalia-Ciudad Real’, desde el momento en que comenzó a plantearse la autovía entre Ciudad Real y Mérida, hace más de dos décadas, la actuación ha tenido una “complicada gestión que llevó a renunciar a su tramitación ambiental en 2013”. Desde entonces, según el organismo estatal, “han surgido muchos condicionantes que han venido a alterar el escenario inicialmente previsto”.

De este modo, refiere que, habiéndose segregado del estudio informativo el tramo con más tráfico, entre la autovía A-5 en Torrefresneda y Santa Amalia, el resto de la N-430 entre Santa Amalia y Ciudad Real registra actualmente tráfico por debajo de los 5.000 vehículos al día en la mayor parte del trazado. Según este documento, “hasta un 60% del trazado apenas alcanza los 2.200 vehículos al día”, subraya, si bien apunta que el tráfico pesado supone una proporción importante, cercana en algunos tramos al 35%.

En todo caso la Demarcación considera que “tratándose de un corredor situado en su mayor parte en un territorio con dinamismo económico modesto, no es probable que en el año horizonte –2024– se alcancen intensidades de tráfico que justifiquen la construcción de una autovía”, por lo que a su juicio “cobra sentido que se planteen actuaciones de acondicionamiento de la carretera actual”.

Conexión en estudio

Tras recordar que actualmente está en vigor el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024, que considera que la autovía A-43 en el tramo Puertollano-Mérida se trata de una conexión “en estudio”, la Dirección General de Carreteras advierte de que la situación económica actual aconseja que se realice un análisis detallado de las actuaciones a abordar, “siendo importante que se revisen los estudios y proyectos en busca de alternativas más eficientes”.

Así, esgrime que la alternativa sur de la A-43, seleccionada como más favorable en 2009, se estimó en un presupuesto para conocimiento de la Administración de 1.122 millones de euros, siendo necesario proyectar numerosos viaductos y 4,3 kilómetros de túneles. “Frente a esta alternativa de autovía, el trazado de la carretera N-430 tiene una longitud menor”, subraya, por lo que apunta que “actuaciones de acondicionamiento del trazado de la N-430 y ejecución de variantes pueden generar beneficios sociales (reducción de tiempos de recorrido, reducción de costes de explotación de los vehículos tales como consumo de combustibles, desgaste de neumáticos y reducción de víctimas de accidentes) que compensen los costes (inversión inicial en obra, expropiaciones, conservación y mantenimiento) en mayor medida que la ejecución autovía A-43, y con un menor impacto ambiental, por lo que el acondicionamiento podría ser más rentable socialmente”.

Añade en este contexto que, desde el punto de vista ambiental, los antecedentes demuestran la “complejidad” de obtener una declaración de impacto ambiental favorable debido al alto valor ecológico de los territorios que se verían afectados por las diferentes alternativas de autovía.

Consecuentemente, resuelve que bajo la dirección de la Demarcación de Carreteras del Estado en Extremadura se redacte el proyecto de acondicionamiento de la N-430, y autoriza la contratación de servicios para la redacción del estudio, para el que se estima necesario un plazo de 30 meses.