Las fuentes municipales recobran su actividad tras permanecer cerradas más de un mes por la presencia de un herbicida cancerígeno

Ya están en funcionamiento las cuatro fuentes municipales de Orellana la Vieja después de que el pasado 10 de diciembre se decidieran cerrar debido a la presencia de glisofato, un herbicida cancerígeno. La voz de alarma la daba el grupo ecologista RETAMA, quien, tras un análisis de agua, detectó este herbicida en unas muestras. Poco después de conocerse este dato, el Ayuntamiento decidía cerrar todas las fuentes por precaución.

Desde entonces, ha pasado más de un mes. El pasado viernes, 22 de enero, el Ayuntamiento abría oficialmente al uso de los vecinos estas fuentes, muy utilizadas por numerosos orellanenses y vecinos de otras localidades. El consistorio, tras corroborar que ya no existe presencia de este herbicida en las aguas del manantial según la normativa vigente, ha querido dar un toque de atención a los propietarios de fincas colindantes al manantial de la sierra y les ha pedido no utilizar herbicidas dañinos para el ecosistema en un radio de, al menos, 200 metros.

El glifosato es un herbicida que ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.

Este herbicida, de amplio espectro, fue desarrollado para la eliminación de hierbas y de arbustos, especialmente los perennes. Tiene la particularidad de que es absorbido por las hojas y no por las raíces. Se puede aplicar a las hojas, inyectarse a troncos y tallos, o pulverizarse a tocones como herbicida forestal.