La demolición del matadero deja un espacio abierto de más de mil metros cuadrados
Ayer comenzaba el derribo del antiguo matadero de Orellana la Vieja. El pasado viernes los trabajadores de la empresa encargada se centraron en realizar labores de desmantelamiento y reciclaje de todo lo posible, además de reubicación del tendido eléctrico.
La demolición de este edificio, que ocupaba unos 300 metros cuadrados de superficie, ha dejado paso a un lugar abierto, con más de mil metros cuadrados en los que los espacios de la Calle Hospital, Calle Rejilla y la plaza Nicolás Jesús Moreno se entremezclan. La zona cuenta a día de hoy con dos obras, una municipal y otra privada, y con esta ejecución pretende ser más abierta, tanto a peatones como al tráfico rodado.
Ubicado en el cruce de las calles Hospital y Rejilla, el antiguo matadero ha servido durante años a los empresarios de la industria cárnica y a vecinos particulares de la localidad para diferentes fines, como matanzas. Llegó a ser también garaje de la Guardia Civil de Orellana la Vieja y en su última etapa, el edificio apenas tenía ninguna utilización. Con su retirada, se prevé dejar un vial más ancho de lo que hay hasta ahora en la calle Hospital, así como adecentar la zona.