60 efectivos participan en un simulacro de Emergencias “perfecto”
La Playa Costa Dulce de Orellana la Vieja ha albergado hoy el cuarto simulacro de emergencias en esta zona de baño que cada verano reúne a un gran número de turistas de España y fuera de nuestras fronteras, y que este año ha venido marcado por tener que adaptarse a la situación de pandemia que se vive a nivel global.
Un simulacro de los servicios del Centro de Atención de Urgencias y Emergencias de la Junta de Extremadura, en colaboración con el Ayuntamiento orellanense, en el que han intervenido 60 efectivos entre Policía Local, Guardia Civil, socorristas, personal sanitario y bomberos del Consorcio para la Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación de Badajoz.
Como estaba previsto, a las 12:00 horas se daba el aviso ya previsto en Orellana de un accidente acuático entre una moto de agua y un patín de pedales, socorriendo a nueve personas, heridas de diversa consideración.
Rápidamente los socorristas atendieron a las víctimas y apenas pasados unos minutos irrumpían a toda velocidad Guardia Civil y Policía Local, que acotaron la zona y prepararon uno de los extremos de la playa para el aterrizaje del helicóptero con base en el Hospital Don Benito-Villanueva que había mandado movilizar el Centro de Urgencias y Emergencias 112.
En apenas 10 minutos el helicóptero medicalizado ya estaba en la playa, mientras que las ambulancias del Servicio Extremeño de Salud y Cruz Roja llegaban para atender a los heridos. Unos minutos después llegaban tres dotaciones de bomberos, dos camiones y un vehículo ligero.
El fin de esta acción es probar los protocolos y planes establecidos en materia de socorro y protección, así como la preparación de los servicios y mecanismos de coordinación del 112 para dar respuesta a una situación de emergencia en la playa Costa Dulce de Orellana, cumpliendo en todo momento las medidas de protección recomendadas por la pandemia de COVID-19.
Este tipo de prácticas sirven, además, para mantener entrenadas y en alerta al conjunto de entidades y personas responsables de la gestión de una situación real de accidente; comprobar la familiarización y concienciación del personal involucrado con los procedimientos existentes, la intervención y coordinación multisectorial en emergencias; así como, probar y detectar mejoras en la aplicación de planes o protocolos establecidos.