Casi 200 actuaciones del puesto de socorrismo han permitido cerrar un verano seguro en la Playa Costa Dulce

Como si fuera premonitorio, el mal tiempo llega con el fin de la temporada estival en la Playa Costa Dulce. Este martes, 15 de septiembre, se ha puesto fin a un verano atípico en el que, a pesar de las circunstancias, se ha notado bastante afluencia a la playa de referencia en Extremadura, aunque eso sí, controlada bajo un plan meticulosamente implantado.

La implantación del sistema de cuadrículas, el control del aforo, el sistema inteligente de gestión y los pasillos de entrada y salida, se han unido a la utilización de mascarillas, la desinfección de todos los utensilios y el uso de guantes, entre otros, que han sido prioritarios durante todo el verano en el puesto de socorro.

Así lo refleja en su informe final de la temporada en el que se indica, que, a pesar de la COVID-19, la playa ha tenido bastante afluencia de gente durante el verano, y además, ha habido visitas de personas con discapacidad, que han utilizado la zona reservada para ellos, así como la silla anfibia.

En cuanto a las intervenciones, destacan las 60 curas por picaduras (la mayoría de avispas), unas 100 caídas e imprudencias, como no usar las alfombrillas habilitadas para entrar y salir del agua, de las que un total de 6 personas han precisado puntos de sutura, 4 en el Puesto de Socorro y 2 en el Centro de Salud, aunque lo más grave en este sentido han sido las tres fracturas producidas, una en nariz, otra en radio y una más en el cúbito en días diferentes.

Por golpes de calor o mareos, un total de 15 personas han sido atendidas por los socorristas este verano, aunque afortunadamente todos los casos han presentado sintomatología leve, mientras que por quemaduras un total de 6 personas han sido atendidas.

Las actuaciones más relevantes del verano se repartieron entre julio y agosto.  El 7 de julio, un varón de 77 años sufría un infarto. El suceso ocurrió fuera del horario de socorrismo. A pesar de ello, la rápida intervención de los socorristas permitió a la víctima, de 77 años, salir con vida de la playa, aunque su pronóstico era grave y finalmente murió en el hospital.

Pocos días después, el 19 de julio, una mujer de 78 años perdía la consciencia, lo que activó nuevamente a todos los servicios de emergencias. La rápida respuesta, que incluyó una maniobra de RCP, permitió a la mujer recuperar la consciencia en pocos minutos.

Durante el mes de agosto, el primer suceso ocurrió el día 11, cuando un usuario con una tabla de windsurf, tras caerse se adentró en la zona de baño habilitada, lo que hizo que los socorristas se acercaran para ver qué pasaba. El hombre manifestó en ese momento que había sufrido una caída y que había sufrido un fuerte golpe en el costado, lo que provocó la rápida reacción del equipo de salvamento, que ayudó al hombre a salir del agua.

La última intervención destacable ocurrió el 19 de agosto, cuando los socorristas tuvieron que rescatar a una embarcación que, tras un despiste, encalló en la “isla la momia”, lo que provocó lesiones al patrón de la misma, al que se le recomendó acudir al centro de salud.

Con la finalización de la campaña de verano en la Playa Costa Dulce, se da por clausurada la temporada 2020 y, por tanto, ya no están disponibles los servicios de

A partir de hoy se suprimen los servicios de control de Aforo de la Playa, socorrismo ni pago de ticket por la utilización de las mesas del merendero y aparcamientos.  De igual forma desaparecen los carteles en las zonas de prohibición de acceso y la megafonía informativa de consejos preventivos. Durante unos días, se mantendrán las balizas de seguridad y las sombrillas, así como un servicio de limpieza que pasará por las mañanas.

El Ayuntamiento aconseja a los usuarios que aún quieran disfrutar de la playa que extremen la prudencia y sean precavidos, tras un verano en el que la Costa Dulce de Orellana ha sido ejemplo de zona de baño abierta en Extremadura.