El servicio de socorrismo atiende más de 300 incidencias durante el verano
La presencia de los profesionales de socorrismo y su alto nivel de preparación han evitado un año más que Orellana sea uno de los puntos negros en las costas españolas, a pesar de ser una de las zonas de baño más visitadas de la región durante los meses estivales.
De hecho, Extremadura ha contabilizado este verano un total de cinco fallecidos en sus zonas de baño, según datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
El perfil de la persona ahogada en lo que va de año es el de un hombre (78%), de nacionalidad española (77%), que tiene 45 o más años (69,4%), que pierde la vida en una playa (44%) y en cualquier caso en un espacio acuático sin vigilancia (77%), entre las 10:00 y las 20:00 horas (75,6%).
En Orellana afortunadamente no ha habido que lamentar fallecimientos, aunque sí ha habido sustos y un rápida y efectiva actuación de los socorristas en todos los casos. La más compleja se produjo el 14 de agosto, cuando un varón de 44 años empezó a encontrarse mal y tras la valoración del puesto de socorro, se hizo uso del DESA para comprobar las constantes vitales del mismo. Tras la comprobación, no fue necesario realizar descarga sobre el individuo, si bien fue trasladado hasta el hospital con una angina de pecho.
En cuanto a rescates, la gran mayoría han sido por imprudencias, como montarse en tablas de paddel board o hinchables en días de viento. También ha habido otros de gran tensión, como el realizado el pasado 18 de agosto, cuando un varón de 38 años pidió auxilio y la rápida intervención del equipo de socorrismo le salvó la vida. De hecho, cuando llegaron hasta él, el hombre se encontraba semi hundido cerca de la zona de balizamiento.
Además, un varón de 31 años sufría un shock anafiláctico el día 9 de septiembre en la zona de césped.
Más de 50 picaduras y 200 intervenciones de primeros auxilios
En lo que ha transcurrido de verano, más de medio centenar de personas han acudido al puesto de socorrismo de la Playa Costa Dulce con algún tipo de picadura. “Algunas de ellas, de tamaño considerable, ya que llegaban a inflamarse y a dar sensación de quemazón en la zona afectada”, según apuntan desde el puesto de socorro en su informe final. La mayoría son provocadas por mosquitos y pequeñas arañas que están en la zona.
También se han atendido a unas 200 personas, todas ellas por caídas, que les han producido cortes o heridas sangrantes. Entre ellas destacar que cerca de una decena han requerido puntos steri-strip (de pegatina), y unas cinco han tenido que ser atendidas en el centro de salud de Orellana la Vieja, ya que requerían puntos de sutura.
Además de estos datos, cinco personas fueron atendidas por quemaduras, diez por mareos o lipotimias y no ha habido que lamentar fracturas óseas en todo el verano, aunque sí se atendió una luxación de muñeca en una menor de 7 años.
Por otra parte, el día 1 de septiembre, un varón de 58 años, que a la llegada de los servicios de socorrismo presentaba más de 39 grados de fiebre y tensión elevada, sufría una hipertermia, por lo que se dio aviso al 112, que procedió a su traslado al hospital comarcal Don Benito-Villanueva.
Desde el equipo de salvamento y socorrismo destacan que este año, al igual que en anteriores, ha habido una fuerte presencia en las proximidades a la zona de baño de motos de agua, “provocando situaciones de riesgo para todos los usuarios de la playa”, aunque por suerte, no ha habido que lamentar ningún suceso de gravedad.
Por último, se apunta que 14 usuarios han hecho uso este verano de la silla anfibia para personas con movilidad reducida.