La procesión náutica de la Virgen del Carmen vuelve a llenar de pasión el Embalse de Orellana
Un año más, la procesión náutica de la Virgen del Carmen ha vuelto a surcar las aguas del Embalse de Orellana. Lo hacía el pasado sábado, con una comitiva de más de 150 embarcaciones de todo tipo y miles de personas repartidas por los diferentes puntos del Embalse de Orellana por los que pasaba la procesión.
Portada en una barca vistosamente engalanada con el típico arco de flores y luces, la Virgen fue acompañada por las embarcaciones de todos los tamaños surcando las aguas del pantano. Y lo hizo en medio de cánticos y rezos.
Como es habitual, la imagen de la Virgen del Carmen partió desde el Guadiana Club Náutico, entidad que organiza el evento, y pasó por la Playa de Orellana de la Sierra, donde se notó un aumento significativo de público, aunque la comitiva no pudo acceder por la delimitación de boyas recientemente puesta en marcha. También pasó por el Puerto Deportivo de Orellana la Vieja, lugar muy engalanado y con gran vistosidad, y la Playa de Campanario. La última parada de su travesía en fue en la Playa Costa Dulce de Orellana la Vieja, donde este año se montó un pequeño altar y fue recibida con aplausos por más de mil devotos que abarrotaron la zona. Además, como novedad en esta edición, el porteado de la imagen se ha realizado con guantes, para no dañar la restauración llevada a cabo recientemente.
Servicio de Socorrismo y organización han coincidido en el buen ambiente que reinó durante toda la jornada, con mayor afluencia de público en comparación al año pasado en casi todos los puntos de parada, lo que vuelve a ratificar que se trata de la procesión náutica con más relevancia en la región.
La nota negativa la volvieron a protagonizar algunos patrones de embarcaciones ligeras, principalmente motos de agua, que pusieron en algunos momentos en riesgo la procesión, tal y como denuncia la organización un año más. De hecho, el servicio de socorrismo apunta que se produjo un choque entre una de las motos de agua y un barco, afortunadamente sin consecuencias graves. Por ello, la organización vuelve a insistir en la necesaria presencia de agentes del Seprona en un día como éste con el fin de evitar males mayores.