Las últimas lluvias dejan un acumulado de 73 litros por metro cuadrado
Desde el pasado 19 de octubre, el acumulado total de precipitaciones suma 73 litros por metro cuadrado, de acuerdo a los datos ofrecidos por la AEMET.
La borrasca Bárbara y los frentes que le siguieron dejaron buenos registros en los pluviómetros. La parte negativa fue el viento, con rachas por encima de los 70 km/h durante el martes, provocó daños en el mobiliario de varios negocios. En Extremadura, la Junta ampliaba el aviso por fuertes rachas de viento y precipitaciones a toda la región.
Precisamente el martes fue el día más lluvioso de la semana pasada, ya que se registraron 32,4 litros por m². Le siguió el jueves, 22 de octubre, con 15,8 litros; el viernes con 10,8 litros y el domingo con 8,2 litros.
GÉNESIS DE UNA BORRASCA DE RÉCORD
La borrasca Barbara fue nombrada por AEMET el domingo 18 de octubre a las 11:30 hora peninsular como resultado de la emisión de avisos de rachas de viento de nivel naranja previstos para el martes 20. Como particularidad destaca el hecho de que en el momento de su nombramiento Barbara aún no se había generado. Su nacimiento se produjo a últimas horas del domingo 19 en las proximidades de Madeira en el seno de una amplia borrasca que abarcaba gran parte del Atlántico Norte y que se encontraba alimentada, vitaminada, por un flujo húmedo y cálido subtropical. Este flujo ha sido un factor clave que ha favorecido que las lluvias de Barbara fuesen tan destacadas.
Barbara rápidamente se movió hacia el noroeste y de esta forma, a las 14:00 hora peninsular del 20 de octubre, su centro se encontraba sobre Lisboa y 12 horas más tarde sobre el Cantábrico. Los frentes asociados a Barbara recorrieron igualmente la Península de suroeste a noroeste, con lento movimiento hacia el este. Hubo, por tanto, un flujo continuo e intenso del suroeste, los llamados vientos llovedores y templados o ábrego, que justifica la acumulación de grandes cantidades de precipitación, especialmente en las vertientes sur de los sistemas montañosos peninsulares occidentales, y el máximo en el Sistema Central.
En el área mediterránea y en Baleares, en cambio, las precipitaciones fueron prácticamente nulas. El extremo del frente frío barrió Canarias durante la tarde del día 20, dejando también importantes precipitaciones, aunque con valores muy alejados de los que se recogieron en la Península.
Durante el día 21 Barbara continuó desplazándose rápidamente hacia el norte, hasta fundirse, por la tarde de ese día, con el centro principal de la gran borrasca atlántica entre Gran Bretaña y el mar del Norte, para posteriormente dirigirse a Escandinavia. Aunque sobre la España peninsular continuaron las bajas presiones y las precipitaciones y vientos, ya no tan intensos, puede decirse que los efectos directamente asociados a Barbara cesaron durante la madrugada del día 21.