Los socorristas intervienen en dos rescates durante la semana pasada

Al simulacro realizado durante la mañana del pasado jueves, se unieron durante el resto de la semana dos intervenciones reales de los socorristas de la Playa Costa Dulce. La primera fue durante la tarde del mismo jueves, 28 de julio. Un accidente acuático con, al menos, una moto de agua implicada, dejó un varón herido de gravedad cerca de las 19:30 horas.

Los socorristas de la Playa escucharon los gritos de aviso cercanos a la conocida como Isla de la Momia. Rápidamente, el equipo de salvamento, el mismo que realizó el simulacro de esa misma mañana, se desplazó en su embarcación hasta el lugar. Cuando llegaron, encontraron un hombre con una herida abierta en la pierna. Afortunadamente, se dio la circunstancia, de que cerca del lugar se encontraban los médicos residentes que durante la mañana habían participado en el Simulacro de Emergencias. El herido fue trasladado hasta tierra, donde fue atendido en un primer momento por los socorristas y los médicos residentes, hasta la llegada, pocos minutos después, del equipo sanitario del centro de salud de Orellana la Vieja.

El hombre presentaba una herida abierta en una pierna y una posible fractura de fémur, por lo que fue derivado desde el centro de salud al hospital Don Benito-Villanueva.

Rescate de una embarcación

Un día después, el viernes, 29 de julio, se vivieron momentos de tensión en la zona cercana al puerto deportivo a última hora de la tarde, cuando una embarcación tuvo que ser atendida por los socorristas, ya que presentaba exceso peso, al entrar en la misma más personas de las permitidas, y estuvo a punto de hundirse. La casualidad hizo que los socorristas, que iban a dar por concluida su jornada laboral con el atraque de su embarcación en el Puerto, pasaran por allí y se percatasen de los gritos desde la embarcación. En la misma se encontraban varios adultos y niños, algunos con sintomatología compatible con ansiedad. Los primeros en pasar a la zodiac de salvamento fueron los menores. Afortunadamente, no hubo que lamentar males mayores y todos fueron trasladados sanos y salvos hasta tierra firme.