Retama vuelve a someter a estudio la calidad de las aguas de consumo en Orellana

Fuente de agua "Fina" en Orellana la Vieja / COSTA DULCE RADIO

Según los estudios realizados por un laboratorio independiente, encargados por RETAMA, las muestras tomadas en el mes de octubre en el agua fina de Orellana (la proveniente del manantial de El Caño de la Sierra) “son rigurosamente buenos”. Aduce RETAMA que “la calidad del agua sigue siendo excepcional, e incluso la presencia de bacterias es tan baja que cumpliría los parámetros de potabilidad de un agua clorada”. Un agua fina de mineralización débil y baja conductividad “que no tiene nada que envidiar a las mejores aguas minerales”, aunque hay que remarcar que, al ser un agua de manantial sin tratamiento, la normativa no puede contemplarla como potable.

En cuanto al agua del grifo, ésta muestra unos resultados “muy buenos”. La dureza que presenta es media/baja (más baja que en análisis anteriores) y su cloración también es baja.

Por su parte, en la muestra analizada en la depuradora de aguas residuales, “no se superaron ninguno de los valores máximos establecidos por la autoridad de la cuenca, cumpliendo con los parámetros”.

Aunque no todos los análisis presentan valores favorables. Es en las aguas subterráneas donde está el talón de Aquiles. De un total de 9 muestras tomadas en pozos de sondeo del entorno, 7 han dado valores significativos de presencia de nitratos, y “de las cuales cinco superan el valor límite para consumo humano”, según RETAMA. Las que superan o son significativas se encuentran en zonas de cultivo (regadío, olivar, frutal), mientras que las muestras tomadas en áreas alejadas “dan resultados excepcionalmente buenos”. La contaminación por el uso de fertilizantes agrícolas nitrogenados es un problema en la práctica totalidad de los acuíferos españoles, ocasionando varias advertencias por parte de la UE.

Indica RETAMA que se debe caminar hacia prácticas sustentables con el suelo, que no colapsen el futuro de la agricultura. Siendo conscientes de que el cuidado y conservación de nuestros entornos redunda en nuestra calidad de vida y en nuestra salud.