Este viernes entran en vigor los aranceles al aceite de oliva y los agricultores miran con preocupación los bajos precios para esta campaña

La Comisión Europea ha avanzado este lunes que presentará una propuesta para autorizar el almacenamiento privado de aceite de oliva, tal y como venía reivindicando el Gobierno de España. La medida ha sido bien recibida por el Gobierno, cuyo titular de agricultura, Luis Planas, ha señalado que se trata de una noticia «muy positiva» para un sector que ha atravesado «una complicada campaña con precios muy por debajo de la media». «Necesitamos una intervención rápida para poder intentar corregir esta situación», ha destacado.

Por su parte, organizaciones como COAG considera positiva la activación del sistema de almacenamiento privado del aceite de oliva anunciada ayer en Bruselas por el Comisario de Agricultura, Phil Hogan. Esperamos que las cantidades, tiempo y presupuesto comunitario asociado sean los suficientemente significativos para tener incidencia en el mercado y reactivar los precios anormalmente bajos”, ha subrayado Miguel Blanco, Secretario General de COAG. 

Una medida de Europa que llega después de que unos 30.000 olivareros, según los convocantes, se manifestasen el pasado miércoles en Madrid para pedir que “no se juegue” con los precios del aceite de oliva y para exigir a las administraciones que actúen para solventar esta crisis, agudizada por el anuncio de los aranceles al aceite de oliva de Donald Trump.

Este lunes se ha dado el último paso. La Organización Mundial de Comercio (OMC) ha autorizado formalmente a Estados Unidos (EEUU) a imponer aranceles a productos procedentes de la Unión Europea (UE) por un máximo de 6.793 millones de euros al año en compensación por los subsidios recibidos por Airbus.

El país estadounidense ha recibido el visto bueno este lunes después de que se celebrara una reunión extraordinaria del Órgano de Solución de Diferencias. El encuentro se trataba de una formalidad, ya que la única posibilidad de que no se aprobara la solicitud de autorización para imponer aranceles es que hubiera un «consenso negativo», es decir, que todos los miembros, incluido EEUU, estuvieran en contra de concederla.

Este lunes, el ministro en funciones de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado la necesidad de estar «preparados» para aplicar a nivel europeo medidas para apoyar al sector agroalimentario en caso de que se materialicen estos aranceles. «Espero que hasta el día 18 (de este mes) continúen los contactos para evitar estos aranceles suplementarios tan gravosos que evidentemente el Gobierno de España no acepta y que está en manos de la Comisión Europea defender ante la Administración norteamericana», ha expresado en declaraciones a los medios antes de participar en la reunión en la que los ministros de Agricultura de la UE debatirán el daño de estos gravámenes sobre el sector europeo. Planas ha calificado de «inaceptable» la imposición de aranceles por parte de la Administración de Donald Trump y ha cifrado provisionalmente en 765 millones de euros el impacto de las contramedidas de EEUU en el sector agroalimentario español.

Coincidiendo con la fecha de la reunión del órgano resolutivo de la OMC, los ministros de Agricultura de la Unión Europea han discutido el impacto sobre el sector europeo de los aranceles que EEUU podrá imponer a partir del 18 de octubre.

La Unión Europea lamenta que Estados Unidos tenga decidido imponer estos aranceles con el permiso de la OMC, porque complica las negociaciones entre Washington y Bruselas en materia comercial y por el impacto que pueda tener en las empresas, agricultores y consumidores europeos.

Actualmente, EEUU y la UE mantienen abiertas en la OMC más de medio centenar de disputas comerciales, incluyendo 35 denuncias por parte europea, que incluyen una reclamación sobre las medidas ‘antidumping’ de EEUU contra las aceitunas negras españolas o las ayudas de EEUU a Boeing, mientras que existe una veintena de reclamaciones contra la UE por parte de la Administración estadounidense.

En este sentido, la UE ha amenazado a Estados Unidos con imponer aranceles a importaciones desde país norteamericano por sus subsidios a Boeing si finalmente la administración de Donald Trump opta por imponer restricciones a las exportaciones europeas por las ayudas del bloque a Airbus.

Lo cierto es que el anuncio de la OMC viene como un jarro de agua fría para el sector del cultivo del olivar, uno de los más importantes dentro del sector agrícola local en Orellana la Vieja y alrededores. Cientos de agricultores de la zona podrían verse afectados si Trump impone finalmente los aranceles al aceite de oliva en EEUU a partir del próximo viernes, 18 de octubre. Una preocupación más que se suma a los bajos precios que se paga por el kilo de aceituna recogido en almazaras.

Según un estudio realizado por esta emisora, entre el 20 y el 25% del término municipal de Orellana la Vieja está cubierto por olivos.  La gran mayoría de las plantaciones se destina a la transformación en aceite, pero también hay cultivos dedicados a la aceituna de mesa, otro de los productos afectados por los aranceles de Trump.

En el caso de la transformación en aceite, la aceituna de Orellana es procesada por una almazara local y también es vendida fuera del municipio para su transformación. Por su parte, en la aceituna de mesa, la gran mayoría es para consumo propio, aunque también hay una pequeña parte que es exportada fuera del municipio para su comercialización.

Ante esta situación, el sector olivarero, representado por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, se ha manifestado en Madrid para denunciar la «crítica» situación que atraviesan más 250.000 familias de productores por las pérdidas que soportan ante los bajos precios en origen del aceite de oliva y ante la propuesta del presidente de Estados Unidos, en este caso del 25%.

Así, miles de olivareros de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Cataluña, recorrieron las calles de la capital bajo el lema “Precios justos para un olivar vivo” para reclamar un paquete de medidas que reactiven los bajos precios en origen y garanticen un futuro «digno» para las explotaciones de olivar tradicional, en una marcha que inició en la Puerta de Alcalá y finalizó ante la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en Atocha.

A pesar de que España es la principal productora de aceite de oliva a nivel mundial, cuenta con los precios en origen más bajos de la Unión Europea, llegando incluso a situarse por debajo de los costes de producción (el coste medio ponderado de producción de aceite de oliva en España, según el Consejo Oleícola Internacional, se estableció ya en 2015 en 2,75 euros por kilo de aceite de media).

La campaña se inició en 2018 con un 26% de caída de precios y en lo que se lleva de 2019 el precio ha caído un 44%, pasando de 3,53 euros por kilo en junio de 2018 a cotizaciones por debajo de los actuales dos euros por kilo, por debajo de los costes de producción, 2,75 euros por kilo, en un contexto internacional de menor producción, principalmente en los países extracomunitarios.

La superficie de cultivo dedicada al olivar en España se eleva a 2,6 millones de hectáreas, distribuidas en más de 400.000 explotaciones. Este cultivo mantiene 15.000 empleos en la industria y genera más de 50 millones de jornales por campaña.