Turismo trabaja en un protocolo para la reapertura de las playas que afectaría a varios servicios en Orellana

Playa Costa Dulce de Orellana la Vieja / COSTA DULCE RADIO

Se trataría de una directriz nacional que ha elaborado el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE) a petición del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, “en colaboración con las comunidades autónomas, ayuntamientos y sindicatos”, pero que deberá tener el visto bueno de Sanidad antes de hacerse oficial, en principio, en los próximos días.

Tampoco se aclara aún si el protocolo será solo de aplicación en playas de agua salada o también servirá para playas de agua dulce.

Con la entrada de Extremadura en la fase 2 de la desescalada, se abre un nuevo escenario para entornos acuáticos. En cualquier caso, la última palabra la tendrá el Ayuntamiento como “ente gestor”, que deberá responsabilizarse “en definir el protocolo de actuación para garantizar que se cumplen las medidas”, siempre prestando atención a los focos de riesgo: accesos, aseos, duchas o áreas de ocio.

Este borrador de 24 páginas adelanta que habrá un mayor control en las playas para garantizar que se cumple con el aforo y con las distancias de seguridad. Entre otros, se contempla el uso de drones para vigilar a los bañistas, aforo limitado en base al espacio disponible, entradas y salidas diferenciadas, control en la instalación de hamacas y sombrillas, balizamiento y señalización de espacios, desinfecciones en todaslas embarcaciones de alquiler –incluidas las piraguas o los hidropedales-, cierre de plataformas flotantes si no se garantiza su desinfección tras cada uso o desinfección continua de aseos y duchas.

El documento está aún pendiente de aprobación por parte del Ministerio de Sanidad y tiene como objetivo ayudar los entes gestores de las playas a identificar los riesgos de contagio por Covid-19, y a implementar “las mejores prácticas».

¿Qué se sabe hasta ahora?

Playa Costa Dulce de Orellana la Vieja durante el verano de 2018 / COSTA DULCE RADIO

AFORO

El aforo de las playas estará limitado y será el ente gestor (Ayuntamiento) quien deba estimar la capacidad teniendo en cuenta al menos las características de la misma, como por ejemplo la subida o bajada en el nivel del agua que se puedan producir. Esto ocurre cada verano en entornos como el embalse de Orellana.

Una forma de definir la capacidad de la playa, señala el documento, será dividir la superficie total de la playa entre la distancia mínima de seguridad determinada por las autoridades sanitarias.

DRONES

El documento también señala que podrá ser necesario una modificación del plan de seguridad de la playa, atendiendo al resultado de la evaluación de riesgos o a los recursos disponibles, por lo que podrá atenderse a la “reorganización del personal o uso de drones”.

SEÑALIZACIÓN

Se recomienda señalizar los espacios que puedan ser ocupados por los usuarios y los espacios de movilidad para los mismos, como la entrada y la salida de la “zona húmeda” o los itinerarios de paso desde los accesos.

Esto es algo a lo que los usuarios de las playas deberán acostumbrarse, a estar rodeados por carteles o marcas que indiquen cómo hay que permanecer en la playa y recuerden las medidas de higiene y seguridad.

La capacidad estimada de la playa o las limitaciones en los servicios tendrán que ser conocidas por todos los visitantes.

ENTRADAS Y SALIDAS

El distanciamiento será una de las piezas angulares en el rompecabezas que se avecina para las administraciones locales.  No solo será importante durante la estancia en la playa, sino también en las zonas comerciales y en los accesos.

«Se debe contemplar la posibilidad de establecer entradas y salidas diferenciadas en las playas con el fin de asegurar la distancia interpersonal. En caso de que no se pueda asegurar el mantenimiento de la distancia interpersonal, debe instarse a los usuarios a utilizar mascarilla en este espacio, atendiendo en todo caso a la normativa aplicable en cada momento», señala el borrador.

El Ayuntamiento también deberá establecer pautas para que los usuarios en primera línea de playa guarden la distancia de seguridad respecto a los usuarios en la orilla.

ASEOS Y DUCHAS

Será fundamental la desinfección continua de las instalaciones y de todos los elementos que formen parte de ellas.

Si se determina abrir los aseos, deberá asegurarse su limpieza y desinfección de acuerdo al menos a las frecuencias estipuladas en el marco normativo, que deberán ser incrementadas en caso necesario.

Los aseos deberán contar con agua y jabón para el lavado de manos, papel de secado o secador de manos y papelera de accionamiento no manual con bolsa interior.

Por otro lado, se determinará la apertura de duchas y fuentes de agua potable en función de la normativa aplicable y del resultado de la evaluación de riesgos. En caso de que se abran deberán ser limpiados y desinfectados con frecuencia y no podrá haber aglomeraciones –como en las frecuentes colas- para acceder a ellas.

HAMACAS Y SOMBRILLAS

En Orellana la Vieja este asunto sería menor, ya que la instalación de la mayoría de sombrillas corre por parte del Ayuntamiento, sin embargo, cada vez son más los turistas que deciden traer la suya propia.

Las sombrillas deberán estar delimitadas mediante balizas, cintas o indicaciones. En el caso de las hamacas, deberán asegurarse que han sido limpiadas y desinfectadas tras su uso y al inicio de la jornada.

Además, se instará al usuario en cualquier caso a utilizar su propia toalla en el uso de estos equipamientos.

HIDROPEDALES, PIRAGUAS Y PLATAFORMAS FLOTANTES

Todas las embarcacionesque habitualmente pueden alquilarse a pie de playa, como hidropedales, piraguas, kayaks o canoas, tendrán que utilizarse ahora de forma individual, por unidad familiar, o respetando las normas de distanciamiento interpersonal fuera de la unidad familiar.

En cualquier caso, estos vehículos deberán ser limpiados y desinfectados tras cada alquiler/servicio y al inicio de la jornada.

También el material utilizado por el usuario, como chalecos salvavidas o palas, también deberá limpiarse y desinfectarse tras cada uso y quienes ofrezcan el servicio deberán asegurarse que se entrega al usuario seco y desinfectado adecuadamente, habiendo sido almacenado en su caso evitando cualquier tipo de contaminación o limpiándolos y desinfectándolos al inicio de la jornada.

Las plataformas flotantes deben cerrarse si no se puede asegurar la limpieza y desinfección y la distancia de seguridad entre los usuarios.

ZONAS COMERCIALES Y RESTAURACIÓN

Otro de los asuntos será la distancia de seguridad en las zonas comerciales y de restauración, si bien este escollo ya estaría resuelto para los consistorios, ya que podrán remitirse a las medidas específicas para la reducción del contagio en servicios de restauración, según apunta el borrador.